sábado, 15 de enero de 2011

Techos negros

Siente la brisa... de los proyectiles que vienen a enrojecerte la piel.Qué misterio, que romance! Las sombras que no nos abrazan nos dejan a las duces mercedes de una mira y una decoración sanguínea de las baldosas.

Que grande... ese boquete que tienen nuestras ropas amigos, grande el humo brillante, que brilla más que una ciudad y allá, diantres, caen más de los compañeros, pero como no, como se menean tanto los edificios.

Corrran, así tengan metal incrustado chiquito chiquito, un poquito de metal ,una esquirla en la piel, señoritas, preferible llegar vivios y en una pieza y cojeando, que detenernos a hacer primeros auxilios y no quedar nadie para llegar y avisarles del problema.

Corran, salten con cuidado de techo a techo, corran y no me pongan atención.
Si pueden hacer las dos cosas a la vez, entre todo este ruido, estas explosiones,
no es suficiente...

¡Diablos, otro menos! ¡Sigan, sigan y no se detengan a llorar!!!!!!!!!!!!!!!

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