miércoles, 24 de agosto de 2011

Miedo al sueño

No me tapen la hora con la cobija y el colchón.

Viene el Sueño, con su sonrisa barbitúrica a sellarme a jeringazos el párpado, pero su gemelo viene detrás a chulear unos puntos de su lista.

En el afuera que ya no recuerdo, donde caen los árboles, se mueven las calles, y la vida se enamora de mujeres con rostros que no puedo volver a imaginar.

De nuevo el escorpión plateado viene a besarme el revés del codo, picazón mercurial que amordaza de nuevo los músculos. El frío, de nuevo se endurecen y congelan los latidos, y vuelve el vacío.

No hay Miseria aquí, porque no soy un Michael Caine de pie marioneta caída que pueda pensar en huir
íos de
(¿hay puertas?¿ventanas)

No quiero volver a dormir, no quiero ver como dejo de ver las virutas de las vendas sobre los ojos, no quiero dejar de ver como cambian los tonos de las vendas, las vendas que tengo sobre los ojos, como cambian los calores y los frios de los amarres en las muñecas y los tobillos.

No quiero, no quiero no quiero no quiero.

No quiero volver a dormir.

martes, 9 de agosto de 2011

Vista de la hiena

Plutócrata, deja por un momento tu orgía de banquetes y música y mira la tierra asesina.

Poco a poco, dolorosamente pero implacablemente, el suelo nos está desangrando.

A los árboles: los viejos, los maduros, los retoños jóvenes. Mira esa savia desangrada,
como la escena de un crimen que haría vomitar a los rudos del cine negro.

Los niños andan arrugados, con canas, las pieles como si fuesen hojas ancianas de árbol, mientras que las caras irreales de las mujeres, con un labial sospechosamente carmesí, los padres usando la sangre para limpiar la afeitada.

Hay terneros degollados por el cuerno de un toro severo, frutas ahorcadas por sus ramas,manantiales petrificando a los ríos.

Poco a poco el ojo se te vaciará, hasta que la oscuridad te deletree a gritos la verdad de cementerio de este planeta.




No, no corras a sostener esas flores agonizantes en las manos, que ya se murieron,
para oh la gran tragedia de todos los pintores y poetas del mundo. Lo siento, pero las cosas son así.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Ahógame, música, en tu sordera

Graznan sus chirriares cansinos, y siguen sus rayadas cuitas, sus lamentos desinflados.

Señores, alquilen balcón para la novela mexicana, y, si no es mucha molestía, ¿podría alguien expeditar el parto de mi sordera?.Le pagamos con fiestas y orgías a futuro, porque en este momento no tenemos ni amigos ricos, ni amigos, ni fortunas para hacer tienda de campaña aparte, pero somos hombres de palabra.

Sí, sabemos que el suelo anda más malencarado que una verdulera en invierno,sí, sabemos que el río está más estéril que el ingeniero real a punto de ser decapitado, sí, sabemos que las caravanas no han pasado en meses, años, días...

Venga, entonces voy al río a olavar la ropa,sí, ya sé que tiene que durar otra década la tela,sí, vuelvo antes del sol más alto, ya lo sé,que no sea inútil, ya lo sé.

¿De qué infiernos me sirve ser el ultimo Palabreador de estos lugares, si este infierno no tiene salidas, pero si entradas infinitas?. Si claro, hay lenguajes infinitos en el aire,pero de este pandemónium no entra o sale ninguno de los dos.

Definitivamente, amigos, no hay nadie más terrible o caprichoso que una monja de la Gran Diosa....

Vamos pues al río, como cada sol medio,como la maldición de las doncellas de los cantaros rotos y el pozo infinito, a lavar los trapos, envejecer con una muerte lenta las manos, en el rio negro, el río negro que habla muertes, muertes que vienen de afuera,gritos de nervios crispados, ecos de los que se perdieron a voluntad en el río...

Yo también quiero entrar a la sinfonía.