martes, 29 de diciembre de 2009

El viaje ideal

Sin dar un paso, te digo, todos los reinos, todos los mundos, todas las épocas.
Sin romper pero sin seguir las misteriosas reglas del infinito universo.
Ser la sombra en el espacio, burlándose de los rayos de luz, que cosa más lenta que son.
Libre del tiempo, del espacio, la galaxia en un parpadeo, mundos y reinos,
civilizaciones y soles, todo en un paso.
O mejor aún, sin mover nada, sin atrofiar nada, sin cargar ningún peso, el universo se convierte en la habitación que se recorre en pasos.
La cabeza, ese motor infinito y eterno, que en un parpadeo ya conoce todo el infinito.

domingo, 27 de diciembre de 2009

La puerta a la luz infinita

Para tí, una silla en un asiento no es más que una silla más, tarde machada entre las palomitas artificiales, compra la boleta rompe la boleta en cuanto la silla se queje del peso de tus pantalones. Tres horas, lasilla ya oxidada de tantasenilidad que le causaste,que se jubile al menos por otra media hora, hasta su próxima vejez.

Mi silla, tranquila tú chica, no va a tener que sufrirme, como carguero recorriendo la cordillera con un obeso sobre su espina. Yo sé como hacer que ella descanse durante los instantes en que el sol abandona la pantalla del cielo, y la luna comienza a pasar sus créditos.

Oh no, si creen que al anochecer vuelvo, están algo, pero mucho, equivocados.

Sé como hacer que la pantalla que ustedes usan para su " cine" revele su verdadera función: una puerta al otro lado del infinito, más allá de las nebulosas más viejas del mundo. Allá en los lugares donde no habrá padre, ni madre, ni amo, ni súbdito, ni esposas que agobien, ni hijos que aten con sus cargas, ni trabajos que crucifiquen con sus relojes. Si el grupo de esos legos tiene razón, la puerta se va a abrir, y por algo más allá de toda magia posible e imaginable, llegaré al otro punto de la bóveda universal.

No se molesten por mi partida, novios que malgastaron su dinero, solo necesito unos segundos. Permiso, permiso, gracias, perdón, gracias...

sábado, 26 de diciembre de 2009

La casa alienígena

Me mata la ausencia de olor a mí. Se espantaron esasarañas, tan invisibles de tan chicas, que me traían noticias de todos los suelos y los fantasmas que me traían noticias de todas las demás ciudades en ruinas.
ELsuelo brilla tanto, las paredes brillan tanto, que los ojos me duelen, las piel me arde de las cobijas tan nuevas, la ropa tan aséptica, los músculos me duelen de la piel tan cuidada.
Cuando quería un retiro feliz, en lo más alto del rascacielos de esta ciudad abandonada, llegó esa doctora, toda primor, todo horrible e inmundo primor, y con sus enfermeros inhumanos me sacó de mis ropas milenarias, de mis manchas de sabiduría, de mi pose prudente contra las sombras afiladas, y me dejó aquí aterido como un pollo desnudo de sus plumas.
Meduele moverme en estas ropas demasiado limpas, me duele respirar, porque el olor de la colinia me quema la nariz, la garganta y me hace sangrar los pulmones, no puedo volver a mi retiro, porque las ventanas están abiertas de par en par, el insoportable ambientador que me está matando, las medias relucientes que me laceran los huesos, y los dedos desnudos de uña, donde los nervios lloran, como la niña de la maldición de los zapatos rojos.

Iba a tirarme desde los ventanales del frente, pero está cercados por una reja blanca. La mujer del vestido blanco y las sonrisa plástica, me dice que tengo que ser positivo, salvar el mundo, y demás memeces.
Antes de dejar éste testimonio, la pluma y la tinta ocultas en un gabinete secreto que hice hace más de cien años cuando murió mi hermana en la guerra, antes de dejarlo terminado, dejo constancia de mi último plan:
Un arma, unas municiones, el cadáver de la enfermera correcta que arrinó mi hermita, y segundos después el mío.
Ya no aguanto más.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

El método del fluido

Tres paseantes distraidos en frente, otros tantos que vienen en contravía: más exactamente, dos mujeres, bien vestidas, de buen gusto, cuerpos moderados, caderas discretas, como aprobarían las señoras severas, pero musicales en su vaivén.

De momento eso no importa, adelanta a la pareja, rodéala a ella por laizquierda... ¡muy bien! Una extracción de cartera impecable. No te toques la oreja, sólo oye mis instrucciones. Así, sigue caminando, voltea el torso, pasa en medio de los tres niños, dobla a la derecha...
No te alarmes, sigue caminando, no pises duro, relaja los pies, sigue el paso constante, así, muy bien. No mires al hombre de la armadura de luces a la cara, sigue mirando a cualquier otraparte...¡excelente! mira al escaparate, muy bien, y ahora sigue.

Pasa por debajo del peunte, de los transportes voladores, y con las luces que se apagan, regresa al punto de encuentro.

Felicitaciones novata. Completaste tu entrenamiento.

martes, 22 de diciembre de 2009

Enfermedad del muerto azul

Afortunadamente, colegas, debemos confirmar que, en contra de todos los temores,
la enfermedad del espesctro de medianoche no es, lo reiteramos como lo hicimos en nuestros estudios preliminares, una enfermedad mortal.

Sin embargo, la naturaleza de la infección sigue siendo materia de desconcierto para nuestra ciencia, pues ningún estudioso ha podido determina la naturaleza del agente que la trasnmite. Sabemos que no es un microbio, pues tiene la capacidad asombrosa de sobrevivir a temperaturas invivibles para cualquier ser vivo, no es un arma biológica, pues lo hemos hallado en lugares sin presencia previa de vida con la inteligencia avananzada en grado suficiente para desarrollar tal tecnología.

Los "contagiados" demuestran una extraña condición anestésica a estímulos como objetos punzantes, objetos calientes, electricidad, golpes bruscos, fracturas, y demás fenómenos de alto dolor en una persona ordinaria. Es de notar, que según los casos presentados anteriormente a ustedes en el expedientes, muchos de ellos inclusos son capaces de soportar cirugías altamente invasivas sin necesidad de anestesias generales. Creemos que para ellos no es aplicable el umbral del dolor.

La mayoria de ellos son mineros en los Mundos Externos, donde la única luz presente proviene de estrellas azules , o en casos aún más increibles, estrellas negras. Viven en colonias autosuficientes, con contactos moderados con nuestra Federación, pero en su mayoría apartadas de casi toda ruta comercial, e intercambio comercial o tecnológico.

Como se puede inferir, son asentamientos casi hermitaños, con una increíble capacidad para mantenerse con sus propios recursos, en mundos de actividad geológica inexistente, con tecnologías casi desconocidas para nosotros, a tal punto que es imposible comprar su grado de desarrollo tecnológico con respecto a nosotros.

Además de estas condiciones casi extremas de vida, debemos volver a insistir en los cambios drásticos en su fisionomía, que hacen pensar en una mutación, de original no natural, o al menos, una que no sigue a la biología que conocemos. Sin usar nuestra ciencia para adaptarse a esos entornos, son capaces de vivir a temperaturas donde ningún organismo de nuestro mundo podría sobrevivir. Lo más desconcertante: son seres humanos como nosotros, no nativos de la Tierra, pero sus genes son idénticos a los nuestros.

En los medios, se les conoce como los " muertos" debido a su apariencia pálida y ojerosa, como el cuerpo de un ahogado, pero su longevidad y vitalidad sobrepasan a la humana. Se conocen casos de "mayores" ( así les llamamos) que pasan de los dos siglos de vida, y mantienen una vitalidad que semeja a un hombre de treinta años.

Con esta breve conclusión doy por terminadami presentación ante el Consejo del Pilar. El Consejo de los Científicos ha concluido su reporte.

Muchas gracias.

La dura comida

La tarde sola nos cansamos de correr y de correr.
Dichosos, vemos las bolsas arrugadas, los estómagos crispados que ya no aguantan más.
Silencio, en la sombra que proyecta el filo de la esquina de ladrillo, nos guarecemos de las armaduras de metal y luces de neón, con una macana de chispa y siseo dolorosos, que nos cazan sin ser de carne ni sabueso.
Sielncio, nada mueva un músculo, un nervio, como si viniese una anaconda a rompernos cada tuétano, silencio....

La bolsa es arrugada, áspera, pero comemos, comemos sin respirar, sin ver el hálito de los dientes amarillos en las luciérnagas que pasan delante de las lámparas. Con hambre, con desesperación, sin pausa para disfrutar la comida.

Si quieren decirnos que no tenemos decencia,vengan aquí, a vivir entre los subsuelos de la metrópoli que llega hasta más arriba de las nubes.
Ustedes talvez vean al mundo dividido entre los arribas y los abajos, entre ángeles y demonios, entre lo justo y lo que no, entre lo bello y lo repugnante, entre la ambrosía y la inmundicia...

Pero para nuestros objetivos, sólo existe la muchedumbre sin forma, la penumbra del cielo perpetuamente rojo, los ángeles de alas dragón, los demonios que viven en los cielos soleados que rebosan de aleluyas,las inmundicias que devoran los palaciegos y los manjares que se comen en las fondas de calle...

Por esta hora, vaciaremos la bolsa, comeremos justamente, gracias a las manos veloces y los pies silenciosos. Luego, nos retiraremos a nuestra guarida que está en toda la ciudad y en ninguna parte.

lunes, 21 de diciembre de 2009

La mesa de los ladrones

Ni se te ocurre, mano del turista, meterte al plato donde no te han llamado.
Si no te han indicado, ellos de los platos cansados y los dedos que tiemblan de la zozobra , que tienes su permiso para comer de su plato, no te metas.
Talvez vivan de la sombra, del paso que nunca se oye, de las manos rayo y la muchedumbre que los devora, pero es código férreo nunca tomar vidas.
Esa es su primera ley.
Por tal razón, es esencial para ser aceptado en su tribu saber moverse sin hacer ruido, saber andar sin llamar la atención, no tener ningún físico ni modismo único.
No ser bello ni feo, no esperar gran cosa de la vida, conocer la ciudad como la palma de la mano, y no hacerlo por maldad ni por codicia.
A pesar de la severidad de las reglas, sus guaridas están siempre llenas, siempre hay, no siempre pero de manera constante, hay nuevos reclutas, nuevos brazos nuevos ojos para seguir tejiendo la red.
Pero el estómago siempre acaba tenso, siempre hay hambre, siempre nos verás caminando de un lado para el otro, cuando no estemos desnudándote sin que te des cuenta, estaremos enamorados de una vitrina de restaurante o local.
Porque talvez tengamos todos los vestidos y las modas, todos los acentos y estratos,
pero el hambre es lo único que nos separa de los que habitan en las casas de alto barrote, donde estan los que mandan en los reinos, los de gran feudo, donde la comida es tan grande que vivirían satisfechos, sin trabajar, hasta la quinta generación.
Tú crees que tienes derecho, por religión, a pedirles caridad y compartires a las gentes de las muchedumbres.
Inténtalo, así seas mujer, acabarás con un golpe de cubierto en lacara, o en el peor de los casos, tu cabeza será un plato, el cubierto revolviendo el seso y el ojo como un cocido.

sábado, 19 de diciembre de 2009

La verdadera estrella

¿Porqué las gentes de esta ciudad cerrojo se empeñan tanto en tapar el cielo
con sus luces de segunda, sus cánticos y sus fiestas vagas?

Todos sabemos que solo será hasta la próxima luna que siguen las falsas sonrisas, las máscaras de carnaval, los abrazos de lejos, los banquetes, las caridades postizas,los rezos que se van a perder en la negrura infinita, las colas de dragón bajo las sotanas, las palabras machacadas, y los deseos hechos de saliva.

Después de eso, volveremos a cazar vendedores de niños, amigos que se apuñalan entre sí mientras abrazos y sonrisas, padres que se venden entre si sus hijos, piadosos de iglesias que pasan a fuego y sangre a todos aquel que no sea su rebaño,a desesperados que encargan hijos por catálogo, a rabiosos que buscan trepar el Olimpo de la gloria sin saber que en la cima el vértigo masta más que todas las otras muertes.
Después del carnaval plástico, volverán a caer en los callejones oscuros, en los vecindarios de las oh tan buenas familias, de los exitosos, de los violentos, de los que corren jadeantes por sus biografías, de quienes sólo buscan jartarse de los oasis de gloria, de los grandes palacios, de las ropas que hacen voltear la vista a todo el planeta.
Sin sangre, sin dolor, sin violencia, volveremos a borrar del mundo a todos esos sacos de fango, que viven bajo los cielos falsos, los edificios, mirando siempre a sus falsas estrellas.
Aquí arriba, entre las nubes, donde nace el rayo, las nubes defecan las lluvias, y todo lo que ocurre en el mundo se sabe gracias al viento, cuando los ángeles abandonen el universo, nos dejarán sus atalayas sobre los mundos.

La pregunta es, ¿cuándo formaremos el azufre galvanizado para bajar a llevar la peste de fuego a esos miserables de corazones podridos en sus galantes túnicas?

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Los poderosos y las sombras

Entre el silencio de las ciudades amuralladas, murmuran los ásperos, aquellos que tienen cicatrices en loas manos callosas, duras como pieles de lagartos.
No tiene nada de raro, en toda ciudad, en todo pueblo, en toda aldea, deben exisitir los murmullos. En las únicos lugares donde no existen las voces de los hombres de carne, están las voces que aterran a los hombres, desmayan a las mujeres, y hacen llorar a los niños y los animales.
Pero aquí, en ésta ciudad, los murmullos no son brisas en el aire de otoño, son zumbidos de avispas gigantes, furiosos desamaparados, rudos sin más caminos en la vida que el trabajo bruto,vivientes de vidas lineales como una paja que va directamente al horno... y demás grises, marrones, y residentes que se desvanecen en las torres dentro de las muralla.

Cuando los murmullos se hacen rugidos de protesta, y tales rugidos se hacen trombas contra las peñas de acero y concreto, donde residen los del poder, sabemos como empieza todo, como se maneja, como se termina.

Conocemos ambos bandos, los que viven en los panales, y los que viven en los altos, en medio de su lujo. Ningún bando se ha visto ajamás las caras. Ningún bando va aganar jamás esta confrontación. Ni los de abajo mejorarán su situación, ni los aristócratas podrán vivir sin los del suelo.

Para nosotros, que vivimos en ningún bando, en nnigún país, y en ningún mapa, es buena oportunidad para observar a la gente de las ciudades de éste reino.
Pues , ¿qué es un titiritero experto sin controlar miles de cuerdas fantasmas, miles de muñecas de porcelana, o burdos muñecos de madera?.

lunes, 14 de diciembre de 2009

La carrilera del tren

Caigo. Me levanto entre los metales que brillan sin brillar y sigo con mis pasos sin cansancio.
Llegando a las afueras de otra ciudad muerta siguiendo los rastros de las viejas líneas del tren.
La lluvia suena, suena, y sigue sonando. De no ser por haber encontrado la espina dorsal del tren, seguiría perdido en este valle de aguas grises que no son río.

El agua no para, no para, pero ya empieza a sonar distinto.

Ya oigo el agua que cae, no sobre este suelo duro como piedra ni sobre el abrigo ni sobre las vías, ¡sino sobre techos!, sobre techos, techos grandes, techos pequeños. No importa.

He llegado a la ciudad, y ahora lo que importa es buscar techo, un lugar seco, y seguir aprovechando lo que queda de mis provisiones.
Después.. vendrá la misma búsqueda de siempre...
Ver si todavía hay gente que se haya establecido aquí, que me pueda ayudar a encontrarla. O al menos, saber si saben algo de los Hombres Sombra que la trajeron aquí, al sur.

Tranquila hermana, que tarde o temprano te rastearé y te hallaré, no importa que tenga que buscar hasta la última ruina de este país muerto.

sábado, 12 de diciembre de 2009

La ciudad del rio

Entre la noche verdenegra, con los palacios que son islas, y los hombres caminan con sus botes, y las mujeres cuyo único brasier es el agua con nenúfares, vamos por los bosques de juncos, silenciosos como un pez en lo profundo.

La caravana avanza lenta en sus balsas, largas y afiladas, como agujas gigantes de madera,, en su proa, un remero con una pértiga enorme va empujando el fondo, apartando silenciosamente algas y lodo.

Rodando en silencio, los puertos dejan ver a trabajadores cargando cajas, o haciendo trueque con los que vienen o van, es útil semillero de espías e informantes. E incluso... muchos de nosotros empezamos allí.

Ojos en cada callejón, oídos en los palacios de los señores. No hay nada que podamos lograr en la ciudad, el trono detrás del trono.

Quien conozca las profundidades y las grandes palacios, es el amo de la ciudad.
Quien se codee con los ladrones, las putas, los señores y las reinas,los estafadores y los taberneros, los banqueros y los vendedores de la calle, tiene a la ciudad en su puño.

A nosotros nos interesa trabajar desde la noche, los túneles bajo el agua, en las alcobas de las aristócratas, las reuniones supuestamente secretas de los conspiradores, las falsas sonrisas de las mujeres de la calle, los pasos en la noche del ladronzuelo de baja monta.

No somos un ejército, no somos un culto, no somos una banda de criminales, no somos una de esas logias que están tan de monda en las ciudades ricas, con ricos muy aburridos de serlo.

Somos agua, somos río, somos niebla, no tenemos líderes, ni subordinados. Somos un monstruo de miles de manos y cabezas. Y la ciudad rica, que se guarece en los istmos del río, es nuestra guarida.

jueves, 10 de diciembre de 2009

La peste de los caras-rana

Es en vano.

No imporá que menjurjes para las caras te inventes, madre de familia, tus hijos tan perfectos, que no son tuyos pero igual los compraste, ya están marcados, y me río de tu supuesta reputación perdida.

Si no fuese por las madres locas, que perdieron sus negocios frente a los cursos de los cielos y el mundo, la ciudad seguiría tranquila. Yo seguiría masticando andén por andén, callejón por callejón, plaza por plaza, torre por torre.

Lo mismo de siempre, buscando a quienes deseen escapar de la ciudad. Oculto entre los bulevares y las reotrcidas calles donde se esconden los ladrones de bolsas.

Es dispendioso el trabajo, pero no hay mayor dicha que ver a un nuevo "contagiado"
escabullirse de la casa en noche cerrada. Sus caras todavía no son todas reptilescas,
pero ya está en los ojos esa hosquedad, ese nervio tensado, ese fastidio por los falsos colores de la piel.

Los ignorantes y los simples creen que por las amantes, en la mayoría de los casos, y los amantes, en los más raros, son la causa de la peste. No tengo tiempo para explicar el porqué, tengo un camarada que alcanzar y unos corredores en los cuales esconderme.

Allí, entre las canecas de basura, como un pordiosero, lo encontrará la primera patrulla que pase, buscando en vano atrapar a alguno de mis camaradas.

Saludos amigo, ¿bella noche esta, no lo crees?

martes, 8 de diciembre de 2009

Las sopas de algas

En las fondas de este planeta sin tierra, es usual que te sirvan sopas sin carne alguna. Los hombres del mar absoluto, que viven sin algas, insisten que sus visitantes sigan sus mismas costumbres.

Además, en todos los iglos que hemos comerciado con ellos, nunca se ha desarrollado máquina capaz de adentrarnos en las profundidades de este raro mundo.

En las islas falsas de aceros y metales y hormigones, nosostros hemos logrado hacer lugares de trueque, donde ellos nos venden materiales y vida marina rara, pero a precios exhorbitantes.Son desconfiados, recluidos, y en cualquier momento decidirán romper negocios con onostros, volverán a sus abismos marinos, y borrarán todas nuestras islas del planeta. Literalmente hablando.

Eso piensan estos "colonizadores" de pacotilla, que quieren traer su oh tan grande humanidad a las gentes del agua. Tenerlos siempre comiendo estas míseras sopas de algas,trabajando como buceadores de tesoros...de los que estos hombres de las aguas les quieran dar.

Porque, qué poco saben los de afuera, que poco saben en verdad...

que este viajero les dice a los del abismo azul todos los planes de los ricos de los planetas dorados.

Mientras revuelvo con la cuchara esta triste sopa...
al otro lado del planeta una ola gigante borrará una isla de metal.

domingo, 6 de diciembre de 2009

La maldición de los desiérticos

Viven en los desiertos que no arden de sol. Allá, más allá de los valles, donde queda el desierto frío, de arenas azules.

Viven del peregrinar constante entre luna y luna de este mundo. Como salamndras de la tierra que corren de sombra a sombra. Ellos conocen a todos los pueblos vecinos del Golfo de los Cinco Mares, los pastores, los pescadores, los hombres rudos con las caras oscuras de tanto trabajar el fuego.

Frente al sol, ellos tienen faz que los hombre llaman de serpiente. Ojos que pueden robar de su voluntad a quien les mira con demasiado detenimiento, almas que se quedan en esos sarcófagos de ámbar. Talles medianos, elásticos, de andares líquidos por las arenas cómodas, de voces músicales y secretas.

Los correctos científicos humanos creen que sus formas se deben a defectos genéticos. Los religiosos los creen descendientes de la Serpiente de su libro, y por lo tanto prohiben, en su supersticiosa fe, el contacto con alguno de los Pueblos Reptilescos.

Son hijos del demonio, creen los muy santos sacerdotes humanos.
Hay que curar sus rostros duros, sus pieles de armadura jadeosa, son enfermos de la cara, dicen los excelentes e ilustres señores de ciencia y fama.

Y ahora que se surgen leopardeces en mi cara, me quieren desesperadamente y a toda costa bello, hijo de la ciudad, con minúsculas, de las familias aburridas, de las correctas, con las rutinas camellescas, de los pueblos que dicen sí a todo lo que venga de los atriles, a todo lo que digan los médicos de revista.

Aprovechando las Épocas de las Fugas, me escabullo en las carretas con ruedas modernas, y me voy a la verdadera buenaventura, a los pueblos heridos por los reinos fanáticos.

Malditos por ser monstruos, para otros, condenados por ser demonios santos.

Allá hay hermanos míos. Allá hay una mejor hacienda para las vidas que me quedan.

Me van a quemar en la hoguera si no escapo de ésta prisión, pero si me voy, no volveré a ver a la tierra de mis padres.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Los rieles que van hacia la galaxia

En algún momento, piensan los Aspirantes a Sabios,los Obreros lograrán forjar rieles de diamante y metales que sólo conocen los Científicos.
Los Inventores sabrán cómo montar la Máquina que No Falla, y funcionará,
y los hombres irán de Mundo a Mundo, como quien va a ver a la familia en la ciudad de al lado.
Es posible, piensan los Poetas, que las estrellas no sean otra cosa que casas de luz para Serafines. Los Astronautas están pensando en cómo lograr poner una bandera, y establecer contacto con las Alas de Fuego Eterno.
Para los que seguimos el Credo de Sombra, nos quedarán los Mundos Entrecanos, donde las Hadas Grises pero Gris de Plata serán nuestras compañeras.
Cuando las Ciudades caigan, se levanten de nuevo, y podamos tirarnos sobre las bancas del parque con las Novias Gloriosas dejando que sus rodillas sean nuestras almohadas.
En aquel entonces,cuando el cielo sea transparente, se vean los Espacios de colores que hacen llorar a los Pintores, pero de gozo, y todos los Hijos de los Dioses caminen de aquí para allá por los Planetas...
Finalmente podré escribir un Poema de Amor.