sábado, 19 de diciembre de 2009

La verdadera estrella

¿Porqué las gentes de esta ciudad cerrojo se empeñan tanto en tapar el cielo
con sus luces de segunda, sus cánticos y sus fiestas vagas?

Todos sabemos que solo será hasta la próxima luna que siguen las falsas sonrisas, las máscaras de carnaval, los abrazos de lejos, los banquetes, las caridades postizas,los rezos que se van a perder en la negrura infinita, las colas de dragón bajo las sotanas, las palabras machacadas, y los deseos hechos de saliva.

Después de eso, volveremos a cazar vendedores de niños, amigos que se apuñalan entre sí mientras abrazos y sonrisas, padres que se venden entre si sus hijos, piadosos de iglesias que pasan a fuego y sangre a todos aquel que no sea su rebaño,a desesperados que encargan hijos por catálogo, a rabiosos que buscan trepar el Olimpo de la gloria sin saber que en la cima el vértigo masta más que todas las otras muertes.
Después del carnaval plástico, volverán a caer en los callejones oscuros, en los vecindarios de las oh tan buenas familias, de los exitosos, de los violentos, de los que corren jadeantes por sus biografías, de quienes sólo buscan jartarse de los oasis de gloria, de los grandes palacios, de las ropas que hacen voltear la vista a todo el planeta.
Sin sangre, sin dolor, sin violencia, volveremos a borrar del mundo a todos esos sacos de fango, que viven bajo los cielos falsos, los edificios, mirando siempre a sus falsas estrellas.
Aquí arriba, entre las nubes, donde nace el rayo, las nubes defecan las lluvias, y todo lo que ocurre en el mundo se sabe gracias al viento, cuando los ángeles abandonen el universo, nos dejarán sus atalayas sobre los mundos.

La pregunta es, ¿cuándo formaremos el azufre galvanizado para bajar a llevar la peste de fuego a esos miserables de corazones podridos en sus galantes túnicas?

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