miércoles, 23 de febrero de 2011

Cómete el aire

El horario te está otra vez sacando pesadillas en el revés de los ojos.

El hambre espanta todo amor, la miseria hace que las enamoradas te pasen de largo, las caras de asco como viendo la peste amortajada en las afueras de las casas.

Y ese es el amor del cual hablan los trovadores, bebiendo esos borrachos que no tienen en la cabeza más que putas vino y peleas con puñal y daga en las tabernas.


No buen hombre, no teengo ni moneda ni pan para darte.

Pero ese barón que acaba de caer muerto entre vómitos de sangre sí tiene. Corre, antes que su séquito se robe hasta los huesos.

Y si no, haz como yo, que vivo comiendo el aire, no importa si es el apestado, y bebiendo de la lluvia sucia.

Podría enseñarte a vivir así, pero si no logras aprender tendría que matarte. O que me mates tú si logras ser mejor aprendiz.

Corre, que allá esa dama se roba el lino de sus calzones.

viernes, 11 de febrero de 2011

Donde habla el piano

Señora del raro coctel, con su permiso paso de largo.

Vengan a caer las manos decadentemente ricas sobre mi bandeja, esmoquines, vestidos sin brazos de tela, de hombros desnudos. Algún poderoso, algún actor, alguna actriz de labios brillantes, ojos apagados, algún político. No importa el tipo de muñeca que pide mis copas, hay para quien se le ofrezca. Las luces son buenas para ver a los clientes, asi todos crean que no solo vamos y venimos sin parar.

Siga usted, caballero gángster con olor a su última balacera del día, un martini a su servicio.

El pianista a quien miran las señoras de cigarrillos imposiblemente delgados y largos, labios de fotografía hecha por estudio, y pestaña única en cada ojo, ancha y gruesa y larga, pero muy larga, que con cada parpadeos hace a los detectives de cigarro y vaso aurar los tragos más rápido.

Claro, yo solo paso de lado, con cuidado, y tome una copa quien la pidió, y soliciten más tragos, ustedes no saben que sabemos quiénes son en realidad, y nosotros sabemos cual es nuestro trabajo...

Anda pues, prende ese jazz con una tecla, que el padrino ya jala el gatillo de los ojos impacientes.

sábado, 5 de febrero de 2011

El mundo de la cortina cerrada

La muerte de los hormigones no es ignorada por los pisos altos.

Es decir:

Vemos el camposanto donde antes vivían los rústicos, esos campesinos de la ciudad,
que cosechan casas y edificios,ya no están, sudando grama y tierra y demás estiércoles de los lotes urbanos.

Los halos de los alumbrados van temblando, velas titiritando, como niños de familias ásperas, sin hermanos o amigos, que vagan por la calle con las medias dolidas, la lluvia de la noche matando las ropas desvalidas.

Pero hoy no hay lluvia, sólo viento que hace maldecir a los transeúntes solitarios, que fruncen el ceño de envidia furiosa, viendo a los amantes que hacen porno bajo las sombrillas. Tú sabes como es eso.

Y arriba, las cortinas brillantes por la electricidad, miran aturdidas el cielo horrible, las construcciones desvalidas, las hormigas humanas indefensas ante las duchas de las nubes.