miércoles, 23 de febrero de 2011

Cómete el aire

El horario te está otra vez sacando pesadillas en el revés de los ojos.

El hambre espanta todo amor, la miseria hace que las enamoradas te pasen de largo, las caras de asco como viendo la peste amortajada en las afueras de las casas.

Y ese es el amor del cual hablan los trovadores, bebiendo esos borrachos que no tienen en la cabeza más que putas vino y peleas con puñal y daga en las tabernas.


No buen hombre, no teengo ni moneda ni pan para darte.

Pero ese barón que acaba de caer muerto entre vómitos de sangre sí tiene. Corre, antes que su séquito se robe hasta los huesos.

Y si no, haz como yo, que vivo comiendo el aire, no importa si es el apestado, y bebiendo de la lluvia sucia.

Podría enseñarte a vivir así, pero si no logras aprender tendría que matarte. O que me mates tú si logras ser mejor aprendiz.

Corre, que allá esa dama se roba el lino de sus calzones.

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