sábado, 6 de febrero de 2010

Las ruinas de la casa

Adiós, adiós adiós, adiós,adiós.

Irónicamente, esa simple palabra fue lo único que no nos dijimos.
Después de dejarme aquí en este hueco, ella se fue. Se fue y me dejó aquí.
Durante años, años, meses, lluvias e inviernos, los porqués vinieron y se fueron,
¿acaso lo hizo por lealtad? ¿ vale más ella, que yo?, ¿acaso el cariño pudo menos que esas intrigas y juegos de ajedrez donde todos éramos piezas?
Curiosamente volví a pensar en eso cuando los sonidos de los grilletes me dejaban las muñecas y los tobillos débiles, pero libres de nuevo.
Pero libre, ¿para qué?. Solo tengo estos andrajos encxima, un bordón, y nada más.

"Un joven, !bah!, dénle unos años y se conquista el mundo" Así dicen esos nobles de vestido fino, buena barriga, damas de buen vestido, perfumes insoportables, vidas cómodas, sin recibir heridas por laespalda, con los cariños comprados y vendidos...
Esa vida de nuevo noble cansa, cansaba, por esa vida acabé perdiendo a la única familia que me quedaba, esa única familia que me acabó mandando a este lugar.
¿La otra?, me vendió para comprarse un juguete. Pero mejor no pienso en eso.

Noví ni alos guardias del abismo ni al regente de estas paredes de hierro. No importa. Saldré arrastrándome en este bastón, como losviejos, a hacer, ¿qué?. Ya no tengo vida, estoy inválido, enfermo, sin posesiones, aliados, amantes, sin ánimos parahacer planes.

¿Crees que voy a salir a planear una venganza de estratega contra ella? Los años de oscuridad, frío, esa herida sin cicatriz
Ahora debe estar viviendo en la pura gloria y fama, y bien merecidas que las tiene, dicho sea sin resentimiento. Por mi parte, este bordón es lo único que tengo, viejo antes de tiempo, y solo me queda ir a mendigar monedas y perderme entre las multitudes.

Cosa buena: vi a los salteadores de caminos entre la prisión y el próximo pueblo, y pasaron de largo, dejándome el cuello intacto. La miseria de corazón y vida al menos me servirá para no volverme a meter con gentes peligrosas. De esas ya exisitimos demasiados.

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