sábado, 19 de marzo de 2011

Afuera brilla el sol como todos los días

Pero qué cálido, hermoso y bonito....¡Por favor!

Disfruta las caricias de las sogas y las cintas. ¿No ves que te quiere la sillla?
No hay hálitos fríos que te palidezcan la piel, ni lluvias que te hagan temblar la piel.

No hay aquí locos de cuchillo, ni locos de pistola, ni locos que amenazan con su libro desde lo alto. Hay pan y carnes para tu hambre, vinos y aguas para tu lengua, siervos para tus ocios y ocupaciones,ropas para el frio o el calor.

No hay dolor, no hay opresión, no hay fuego en las carnes ni en la piel.

Aqui brilla la luz, las cuerdas te acarician, y te dejan su labíal en las muñecas y los tobillos.

¿Para qué querer salir allá afuera, donde el sol mata toda carne?

No hay comentarios:

Publicar un comentario