sábado, 7 de agosto de 2010

El árbol que cega la carretera

Busca el sendero, la carretera, o como sea que la quieras llamar. No existe.

Levántate, porque no hay nada más, solo ese horrible arbusto sobrecrecido, y el resto es la planicie desierta. Ariba, porque no hay más, y si quieres salir de esta luna hay que seguir sin que este cielo horrible te haga perder la cordura.

Sigue, no te guardes a su sombra, que solo hay muerte y soledad, solo estoy... yo, y cualesquiera otro que aparezca para acompañar a los desdichados como tú que equivocaron el viaje.

Sí. Equivocaron. Porque esto es, literalmente hablando, una luna una carretera, una via sin fin para los que se les acabó la vida.

Sigue derecho, sigue y no te quedes.

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